Jorge Glas: “Soy carga” y gastan $1.000 mensuales en mis medicinas

El peritaje psiquiátrico del exvicepresidente revela un cuadro de depresión grave con alto riesgo suicida.

“Soy una carga, un gasto, se gastan mil dólares mensuales en medicinas, que son pagados por mis compañeros del partido político”, aseguró Jorge Glas en una reciente evaluación psiquiátrica incorporada al proceso judicial que enfrenta por el presunto delito de peculado.

El informe, elaborado por la perita Ángela Salazar, concluye que el exvicepresidente presenta un trastorno depresivo grave, con alto riesgo suicida, ansiedad leve a moderada y una transformación persistente de la personalidad. Según el peritaje, no hay alteración en su conciencia ni en su inteligencia, pero sí una disminución marcada en su voluntad.

Durante la evaluación, Glas relató que desde enero de 2025 no recibe visitas, no tiene acceso al patio y no se le entregan sus medicamentos. “El estar despierto toda la noche me refuerza las ideas suicidas. Yo ya traté en serio de suicidarme y Dios me va a perdonar cuando lo haga”, dijo. También afirmó haber sufrido un cuadro psicótico en la cárcel de Latacunga, donde presenció hechos violentos como motines y descuartizamientos.

El exvicepresidente asegura que es víctima de persecución política. “Me enjuician con peculado cuando jamás gestioné una obra ni firmé un contrato. Esto es por venganza. Me quieren matar, así prefiero matarme. Muerto el perro se acaba la rabia”, expresó. Asegura que su caso es parte de un “exterminio político” y que no tiene esperanza en un juicio justo.

La evaluación recomienda una intervención médica urgente, incluyendo una junta médica multidisciplinaria, reajuste de medicación y tratamiento psiquiátrico continuo dentro del centro penitenciario. No se sugiere internamiento externo.

El juicio por el caso Reconstrucción de Manabí continúa su curso en la Corte Nacional de Justicia. Este es el cuarto proceso penal que enfrenta Glas, tras haber sido sentenciado en los casos Odebrecht y Sobornos. La sentencia por el caso Singue fue anulada en casación.

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