Correísmo expulsa a Sergio Peña por Ley de economía criminal de Noboa.
La relación entre el asambleísta Sergio Peña y la bancada correísta llegó a un punto sin retorno. El 29 de mayo de 2025, la Revolución Ciudadana (RC) decidió expulsar a Peña, tras su polémico voto favorable a la Ley Urgente impulsada por el presidente Daniel Noboa, una iniciativa que la bancada rechazaba y prefería bloquear hasta incorporar sus observaciones.
La reunión interna de RC se centró en dos temas clave: reafirmar su oposición a la propuesta de ley para combatir las economías criminales y definir el destino del legislador que rompió la disciplina al votar a favor del informe en la Comisión de Desarrollo Económico, el 27 de mayo, cuando la orden era abstenerse.
Luisa González, exaspirante presidencial y líder del movimiento, no dudó en calificar el voto de Peña como una traición, señalando que no se ajustaba al análisis técnico ni a la postura de la bancada. Peña, por su parte, defendió su decisión como un acto responsable y con criterio propio, asegurando que sus observaciones sí fueron tomadas en cuenta y que la oposición debe ser constructiva, no solo una negativa automática.
La tensión escaló cuando Andrés Arauz, excandidato presidencial de RC, sugirió someter a Peña al código de ética por confrontar a sus propios compañeros y no actuar en equipo. Peña respondió con ironía y firmeza, cuestionando quién inició las disputas y criticando a quienes pretenden controlar todo desde arriba sin permitir espacios de diálogo.
Este conflicto se suma a las bajas previas del correísmo, que ya había perdido a Mónica Salazar antes del inicio del actual periodo legislativo, dejando a RC con 65 curules y en desventaja numérica frente a la bancada oficialista y sus aliados.
Mientras tanto, voces dentro del movimiento intentan bajar la tensión. La asambleísta Patricia Núñez reconoció la existencia de directrices políticas internas, pero defendió que Peña es un “nuevo integrante” que aún debe ajustarse a la disciplina del grupo. Por su parte, Jahiren Noriega, también legisladora de RC, anunció que seguirán dialogando con Peña, aunque no le preocupa si el legislador se queda o se va, porque, dijo, «un voto más o menos no suma si no se actúa con principios y ética política».
Así, la salida de Sergio Peña marca un nuevo capítulo en la crisis interna del correísmo, evidenciando las profundas diferencias sobre cómo enfrentar las decisiones legislativas clave en un momento de cambios en Ecuador.
