Daniel Salcedo, ante Fiscalización, habló del origen del dinero usado para matar a Villavicencio.
Durante su comparecencia ante la Comisión de Fiscalización de la Asamblea, el sentenciado por corrupción, Daniel Salcedo Bonilla, reveló nuevos detalles sobre el asesinato del periodista y excandidato presidencial Fernando Villavicencio. Según dijo, el crimen fue motivado por las investigaciones que Villavicencio había iniciado contra un grupo de personas vinculadas al caso Metástasis y a redes de corrupción en el sistema de salud pública.
Salcedo sostuvo que Villavicencio se convirtió en un blanco al comenzar a exponer negocios y a “tocar el bolsillo” de figuras como el empresario turco-ecuatoriano Nahim Massuh; Xavier Jordán, procesado en el caso Metástasis; el exasambleísta correísta Ronny Aleaga; Pablo Mendoza; y Leonardo Cortázar. “Éramos parte del mismo equipo, pero ellos se pelearon conmigo. Y cuando Villavicencio comenzó a darles duro, decidieron silenciarlo”, afirmó.
Aseguró que los fondos para ejecutar el crimen habrían salido de operadores cercanos a Xavier Jordán: Juan Carlos Gómez (fallecido) y Juan Pablo Jaramillo. “Todo nace del dinero”, enfatizó Salcedo al relatar cómo también él fue víctima de un intento de asesinato, presuntamente por razones similares.
El crimen de Villavicencio ocurrió el 9 de agosto de 2023, en las afueras de un coliseo en el norte de Quito, mientras se encontraba en plena campaña electoral rumbo a las elecciones anticipadas de ese año.
Salcedo explicó que él mismo pidió comparecer ante la Comisión para hablar sobre las irregularidades en el sistema de salud pública, donde —según dijo— comenzaron las tramas de corrupción que luego escalaron a otras esferas. “La muerte de Villavicencio es mi oportunidad para hablar. A mí también quisieron matarme por las mismas razones”, agregó.
Actualmente, Salcedo cumple varias condenas por delitos como lavado de activos, fraude procesal y peculado. Suma más de 30 años de prisión y permanece recluido en la Cárcel 4 de Quito, desde donde asegura no sentirse seguro. “Hay mucho dinero por mi cabeza. Temo por mi vida, la de mi familia y la de mi abogado”, denunció.
Salcedo es considerado testigo protegido dentro de la investigación por el asesinato de Fernando Villavicencio.
