Rosero llega al Gobierno con cuestionamientos legales

El comunicador, sin experiencia en el sector público y con un impedimento vigente por deudas con el IESS.

El presidente Daniel Noboa sorprendió esta semana con un anuncio que levanta más preguntas que certezas: la designación de Álvaro Rosero León como ministro de Gobierno, en medio de un ajuste de siete carteras en su Gabinete. La Presidencia emitió el comunicado el 18 de noviembre de 2025, aunque aún no ha publicado los decretos que oficialicen el cambio. El mandatario, por su parte, emprendió un nuevo viaje a Estados Unidos pocas horas después. 

Rosero reemplaza a Zaida Rovira, quien retoma su antigua posición en el Ministerio de Desarrollo Humano. Aunque el Gobierno lo presenta como un cambio para «oxigenar» su equipo tras el revés electoral del plebiscito, analistas señalan que esta renovación podría interpretarse más como un “cambio de sillas” que una transformación real.

La figura designada es bien conocida en el mundo de la radio. Rosero es director de Radio EXA / Democracia, donde también realizó comentarios sobre política y cultura. Sin embargo, su experiencia en el sector público es prácticamente nula. No figura con título universitario en la plataforma de educación superior del Estado, lo que ha despertado críticas sobre la idoneidad para una cartera tan estratégica.

En su última aparición en radio, un día después del referéndum, Rosero admitió “sentir derrota”. Con tono crítico, agradeció a Noboa por asumir “un riesgo que no necesitaba asumir” y cuestionó el sentido de las reformas propuestas en la consulta popular, como una Asamblea Constituyente o la reducción del financiamiento a los partidos. 

Sombras legales y financieras

Uno de los puntos más controversiales es que Rosero tiene un impedimento vigente para ejercer cargos públicos, según consta en la página del Ministerio de Trabajo. El motivo sería deudas con entidades públicas, especialmente con el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). 

Esta situación resulta particularmente delicada en un contexto donde la deuda del Estado con el IESS es uno de los problemas estructurales más graves: según cifras oficiales, supera los 24 000 millones de dólares.

La resolución de ese pasivo ha sido uno de los compromisos con organismos internacionales como el FMI.

El nombramiento de Rosero, un comunicador sin experiencia pública, plantea varias interrogantes.

Por otro lado, la constante rotación en el Ministerio de Gobierno —Rosero es al menos el sexto ministro en poco menos de dos años bajo Noboa— refleja también la fragilidad del Ejecutivo y sus desafíos para consolidar un equipo estable.

Mientras tanto el presidente Daniel Noboa viaja sin una agenda clara sobre su nueva visita a EE.UU y los decretos oficiales permanecen sin publicarse, el nombramiento de Álvaro Rosero deja más preguntas que respuestas. Su perfil mediático, combinado con un impedimento legal y la ausencia de experiencia pública, genera un escenario tenso y complejo para una gestión que, en apariencia, busca restaurar la confianza en un momento crítico para su Gobierno.

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