¿Qué hay detrás del caso Guagua?

La FEF exige rectificación, pero la polémica de los «audios filtrados» ya salpicó a La Tri

Por segunda vez en menos de tres años, la Selección de Ecuador queda expuesta por decisiones administrativas que rebasan lo deportivo. Esta vez no es una cédula, sino una convocatoria.

El nombre de Darwin Guagua, un juvenil de apenas 17 años que no es titular ni en Independiente Juniors ni en Independiente del Valle, se coló en la alineación titular de La Tri frente a Chile, en eliminatorias. Su inclusión generó sorpresa, molestias internas y ahora una denuncia mediática de graves implicaciones.

Un debut que huele a negocio

El pasado domingo, Diario Extra publicó que existiría un plan desde la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) para posicionar a juveniles con minutos en la selección absoluta y así facilitar su traspaso al exterior. En el caso de Guagua, se habría buscado ayudarlo a conseguir la visa para Inglaterra, donde existiría interés de un club de la Premier League.

La nota incluyó audios filtrados del entorno de la Tri que apuntan a “intereses económicos” detrás de su inclusión, e incluso mencionan a personas ajenas a la FEF reuniéndose con el DT Sebastián Beccacece previo al partido.

La respuesta de la FEF: exigencia de rectificación

La Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) envió una carta formal a Diario Expreso en la que expresa su “profunda preocupación” por una publicación del 27 de abril de 2025, que vinculaba la convocatoria del jugador Darwin Guagua a supuestos audios filtrados.

En el comunicado, firmado por Francisco Egas, presidente de la FEF, se advierte que la nota del medio “podría no cumplir con los estándares mínimos de rigor periodístico” establecidos en la Ley Orgánica de Comunicación, el Código de Ética Periodística del Ecuador y el propio Código de Ética de Diario Expreso.

“Para la publicación referida, no se cumplieron los estándares de verificación y contrastación, dado que los hechos mencionados carecen de respaldo verificable”, sostiene la federación.

Además, aseguran que ni la FEF ni las personas mencionadas fueron contactadas previamente para ejercer su derecho a dar su versión de los hechos, como establece la ley.

En la carta, la FEF también solicita copias íntegras de la publicación con firma de responsabilidad correspondiente, y exhorta a que en futuras publicaciones sobre la federación se apliquen de manera cabal las disposiciones legales.

📄 A continuación, la carta completa enviada por la FEF:

¿Qué pasa si la FEF realmente incurrió en estas prácticas?

Para el abogado deportivo Pedro Cruz, si se comprueba que hubo un uso de la selección para fines comerciales, la FEF podría enfrentar sanciones del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), especialmente si no investiga el hecho por su cuenta.

“Estamos hablando de una falta ética grave que puede ser elevada a instancias internacionales. Si la denuncia llega a FIFA o al TAS, y se comprueba, puede haber sanciones administrativas, pérdida de puntos o incluso inhabilitaciones”, explicó Cruz. Fuente: Diario Extra

Además, el precedente del caso Byron Castillo —por el que Ecuador empezó las eliminatorias con tres puntos menos— podría agravar cualquier sanción futura por reincidencia.

El medio también queda expuesto. Si no sustenta con pruebas lo que ha difundido, la FEF podría ganar un juicio por difamación o por daño a la imagen institucional.

“La libertad de prensa no exime de responsabilidad. Si se acusa algo tan delicado como una manipulación en las convocatorias de la selección, hay que estar listo para demostrarlo”, añade Cruz. Fuente: Diario Extra


Una selección manchada por la duda

Mientras no haya una investigación clara ni por parte de la FEF ni por parte de la justicia deportiva, el caso seguirá generando ruido. Y lo peor: cada convocatoria a un juvenil será vista con sospecha.

La Tri está en zona de clasificación al Mundial, pero nuevamente queda atrapada entre lo deportivo y lo administrativo. Y en un país que aún no olvida el castigo por el caso Castillo, el margen de error institucional se achica cada vez más.

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