Ataque armado interrumpe misa en Puerto Bolívar; detienen adolescente por sicariato en Guayaquil.
Ecuador registra un nuevo episodio de violencia con dos hechos graves ocurridos en Guayaquil y Puerto Bolívar durante noviembre de 2025.
En Guayaquil, un sicariato en la avenida Francisco de Orellana dejó como víctimas a una pareja, una mujer de 53 años y un hombre de 63, cuyos cuerpos quedaron dentro de su vehículo. El crimen fue captado por cámaras de seguridad y muestra cómo los atacantes huyeron en contravía en motocicleta, chocando posteriormente el auto de las víctimas en la ciudadela privada Las Garzas. Dos días después, la Policía detuvo a los presuntos responsables: un adolescente de 17 años y un hombre de 27 años sin antecedentes penales. Según las autoridades, ninguno de los fallecidos pertenecía a organizaciones criminales y la investigación continúa para esclarecer las motivaciones del ataque.
En paralelo, un ataque armado registrado la noche del 23 de noviembre de 2025 en el malecón de Puerto Bolívar, Machala, interrumpió una misa en el Templo Faro, recientemente restaurado por el Municipio. Aproximadamente 20 individuos armados se acercaron desde el mar en varias embarcaciones y abrieron fuego hacia la zona donde se encontraban decenas de personas, incluyendo niños, adultos mayores y el alcalde de Machala, Darío Macas. El incidente dejó un fallecido y tres heridos, mientras que los asistentes quedaron atrapados dentro de la iglesia hasta que las puertas fueron aseguradas por la Policía y personal naval.
Ambos hechos reflejan el contexto de creciente violencia en Ecuador. Solo entre enero y octubre de 2025, se registraron 7.553 homicidios intencionales en el país, concentrándose la mayoría en Guayaquil. De mantenerse esta tendencia, la tasa de homicidios podría alcanzar los 50,01 por cada 100.000 habitantes al cierre del año.
La Policía advierte que el ataque en Puerto Bolívar podría estar relacionado con disputas entre grupos delictivos que operan en el sector portuario, mientras que el sicariato en Guayaquil se investiga como un crimen aislado, aunque evidencia el uso de motocicletas y cambios de vehículos como modus operandi para evadir a las autoridades.
Estos incidentes subrayan los desafíos que enfrenta el país para contener la violencia y garantizar la seguridad en espacios públicos y residenciales.








