El sismo de magnitud 7.7 que sacudió a Birmania, se registró alrededor de las 12:50 pm hora local, de este viernes 28 de marzo.
La devastación se cierne sobre Birmania tras un potente terremoto de magnitud 7,7 que sacudió la región centro-norte del país este viernes. En un hecho poco común, la junta militar, que gobierna desde el golpe de Estado de 2021, ha solicitado asistencia internacional para hacer frente a la catástrofe.
El último informe de las autoridades birmanas cifra en 200 los fallecidos y en 700 los heridos, aunque fuentes locales y organismos internacionales temen que la cifra real sea mucho mayor.
Naciones Unidas y organizaciones humanitarias han alertado que el número de víctimas podría ascender a cientos, mientras que la infraestructura en las zonas afectadas ha sufrido graves daños.
El epicentro del sismo se ubicó a unos 17 kilómetros de Mandalay, la segunda ciudad más grande de Birmania, y ocurrió a una profundidad de 10 kilómetros, según el Servicio Geológico de Estados Unidos. La sacudida provocó el colapso de edificios, puentes y hasta un monasterio en el que habrían quedado atrapados al menos 20 niños.
Las zonas más golpeadas, entre ellas Sagaing, Mandalay, Magway, Shan, Naipyidó y Bago, han sido declaradas en estado de emergencia. En varias de estas regiones, la electricidad ha colapsado y los equipos de rescate enfrentan serias dificultades para operar entre los escombros debido a la falta de recursos.
Desde Rangún, la ciudad más grande de Birmania, la coordinadora de la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR), Marie Manrique, advirtió que un puente clave ha colapsado y existe temor sobre posibles daños en una presa cercana, lo que podría agravar aún más la crisis.
Equipos de emergencia de Naciones Unidas y ONG como World Vision y Christian Aid han comenzado a movilizarse para prestar ayuda. Tom Fletcher, jefe de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, confirmó que ya se están desplegando operativos de respuesta.
El impacto del terremoto no se ha limitado a Birmania. En Tailandia, donde el sismo también se sintió con fuerza, la primera ministra Paetongtarn Shinawatra declaró el estado de emergencia en Bangkok tras el derrumbe de un edificio en construcción que dejó al menos tres muertos y más de 80 personas atrapadas.
La junta militar, que ha gobernado con mano dura desde el golpe de 2021, enfrenta ahora un reto monumental en medio de un país ya sumido en el conflicto y la inestabilidad.
Con comunidades enteras devastadas y una infraestructura colapsada, la ayuda internacional será clave para evitar una crisis humanitaria aún mayor.
