Después de una semana sin muertes violentas en Durán, la banda criminal más activa de esa zona está expandiendo su influencia hacia sectores de Guayaquil. Autoridades investigan posibles lazos con una nueva facción de Los Lobos.
Durán, uno de los cantones más violentos de Ecuador, ha vivido un repunte en los últimos años, con un promedio de dos asesinatos diarios. Sin embargo, el 16 de julio de 2025 marcó un hito al alcanzar casi una semana sin muertes violentas, un respiro inusual en su historia reciente. Pese a esta pausa, la principal banda criminal de la zona, Los Chone Killers, ha comenzado a extender su influencia hacia sectores estratégicos del vecino Guayaquil, lo que ha encendido las alarmas sobre un posible aumento de la violencia en la ciudad puerto.
Este proceso de expansión quedó en evidencia tras dos ataques armados ocurridos el 12 de julio en el casco central de Guayaquil, específicamente en la zona alta del cerro del Carmen y un sector cercano al centro. Dos sospechosos, de 29 y 17 años, vinculados a Los Chone Killers y operando desde Durán, fueron detenidos por la Policía como presuntos responsables. Las autoridades atribuyen estos ataques, que dejaron tres muertos, a una disputa por el control territorial y el microtráfico de drogas.
El coronel Herbie Guamaní, jefe del distrito 9 de Octubre, explicó que uno de los detenidos es oriundo de Durán, por lo que se presume una rivalidad entre organizaciones criminales que buscan dominar la zona. El sector, históricamente de baja violencia, ya registra 120 homicidios en lo que va del año, casi el doble de los 65 casos en el mismo período de 2024.
Además, en el barrio de Sauces 2, al norte de Guayaquil, vecinos han reportado grafitis que hacen referencia a la “mafia” y a la banda de Durán, confirmando la preocupación por la expansión de Los Chone Killers.
Desde principios de 2024, la banda ha ampliado su área de influencia hacia cantones vecinos del área metropolitana como Samborondón y Daule. Esta expansión responde tanto a la creciente presión policial en Durán, donde desde 2022 rige un estado de excepción con constantes toques de queda, como a la necesidad de buscar nuevos centros para actividades ilícitas como el acopio de drogas, extorsión y secuestro.
El cerro del Carmen, con sus calles angostas y laberínticos callejones, ofrece a estas bandas un terreno difícil para el patrullaje policial, lo que facilita la operación de grupos criminales. Desde 2023, se han detectado grafitis relacionados con Antonio Camacho, alias “Ben 10”, exlíder de una facción de Los Chone Killers asesinado en Cali a fines de 2024.
En diciembre de 2024, operativos policiales en el cerro encontraron casas abandonadas usadas presuntamente como centros de secuestro y siete tacos de dinamita, con los que se planeaban atentados para exigir pagos de extorsión a comercios.
Los ataques con explosivos han aumentado en 2025, afectando sectores comerciales como La Bahía, donde en un mes se registraron cuatro atentados. Uno de los más graves ocurrió el 3 de junio, cuando una bomba artesanal dañó seis locales y dejó panfletos firmados por un grupo llamado “Los Lobos BMW”. Aunque se pensó que se trataba de un grupo distinto, allanamientos posteriores en Durán revelaron que la misma facción de Los Chone Killers podría estar usando ese nombre para amenazar.
La Policía investiga si la banda fracturada en tres facciones tras la muerte de “Ben 10” ha formado alianzas con facciones de Los Lobos o simplemente usa ese nombre para extorsionar.
El coronel Víctor Hugo Villavicencio, jefe de Policía en Durán, negó la presencia directa de Los Lobos en la zona, pero confirmó la aparición de los panfletos en un allanamiento. También identificó a Los Chone Killers como la organización más violenta del cantón, aunque otras bandas como Latin Kings y Los Águilas tienen menor presencia.
A pesar de la reciente disminución de homicidios en Durán, que en junio registró su cifra mensual más baja del año con 25 asesinatos (comparado con 59 en mayo), la violencia sigue siendo alta. Hasta la fecha, en 2025 se contabilizan 344 homicidios, superando los 233 del mismo período en 2024.
Villavicencio atribuye la reducción parcial a una estrategia policial dinámica con ajustes constantes en horarios, zonas y tácticas, así como a la colaboración ciudadana y operativos masivos.
Aun con la baja en homicidios, Durán mantiene una tasa de violencia que podría superar a la del año anterior, manteniendo la preocupación por la seguridad en la región.
