El expresidente señaló como una amenaza directa a la dolarización el financiamiento del BCE al Gobierno Central durante la administración de Rafael Correa
Guillermo Lasso publicó un informe visual en sus redes sociales en el que critica la forma en que gobiernos anteriores gestionaron los recursos del Banco Central del Ecuador (BCE) y defiende las decisiones económicas tomadas durante su mandato. En particular, señala como una amenaza directa a la dolarización el financiamiento del BCE al Gobierno Central durante la administración de Rafael Correa, que sumó USD 8.339 millones entre 2009 y 2016.
Según Lasso, este financiamiento se hizo creando dinero sin respaldo, mediante la «expansión del balance» del BCE a cambio de títulos emitidos por el Ministerio de Finanzas. «Una amenaza directa a la dolarización», sentencia el expresidente.
Para frenar este tipo de prácticas, en abril de 2021 se aprobó la Ley de Defensa de la Dolarización, que impide al BCE seguir financiando al Gobierno y exige el pago de la deuda heredada. Lasso asegura haber pagado USD 2.026 millones durante su administración, mientras que la actual gestión de Daniel Noboa apenas pagará USD 576 millones entre 2024 y 2025, postergando el resto.
El exmandatario defiende que durante su gobierno se respetó esta ley, se logró un crecimiento acumulado del 17,8% entre 2021 y 2023, y se generaron más de 468 mil empleos. Además, cuestiona la reciente reforma económica aprobada en enero de 2024 que reestructuró la deuda con el BCE.
«La dolarización no se defiende con discursos. Se defiende con hechos», cierra Lasso en su comunicado, donde también incluye un gráfico que compara las cifras de financiamiento y pagos al BCE de los gobiernos de Correa, Lenín Moreno, su propia administración y la de Daniel Noboa.
Según los datos publicados:
Rafael Correa y Lenín Moreno habrían recibido USD 8.339 millones del BCE.
Guillermo Lasso pagó USD 2.026 millones, quedando un saldo pendiente de USD 6.313 millones.
Daniel Noboa pagará USD 576 millones, dejando un saldo de USD 5.737 millones.
El mensaje, en esencia, posiciona a Lasso como un defensor de la institucionalidad económica y la dolarización, frente a lo que considera una gestión irresponsable de sus antecesores y su sucesor.