La Dirección de Protección de los Derechos de los Animales del Municipio de Guayaquil intenta dar un giro a su gestión, marcada en los últimos meses por denuncias ciudadanas, falta de atención oportuna y cuestionamientos por inacción institucional.
En un intento por recuperar la confianza de la ciudadanía y del movimiento animalista, la entidad convocó a un encuentro con fundaciones, activistas y organizaciones protectoras.
Durante la reunión que tuvo lugar esta semana se estableció una hoja de ruta conjunta que incluye campañas de educación, adopción responsable, reformas a la ordenanza vigente, reapertura de puntos de atención ciudadana, y la firma de convenios interinstitucionales. También se anunció una estrategia de mejora en la comunicación institucional, una de las áreas más criticadas por colectivos ciudadanos.
Carlos Luis Román, director de Proanimal, reconoció que es urgente actualizar el marco legal para atender con mayor firmeza las problemáticas que enfrenta la ciudad.

Entre enero y junio de este año, la Dirección ha recibido 2.624 denuncias por maltrato animal. Las más frecuentes: abandono de mascotas, venta ilegal en la vía pública, agresiones a perros y gatos, y peleas clandestinas de gallos.
Pese a la magnitud del problema, activistas aseguran que muchas denuncias quedan en el limbo por la falta de seguimiento, ausencia de inspectores y una débil coordinación con la Policía y la Fiscalía. A esto se suma la limitada capacidad de los centros de acogida municipales, cuya operación ha sido intermitente en los últimos años.
“Esta reunión es un avance, pero no puede ser otro acto simbólico. Exigimos que los compromisos se materialicen en recursos, reformas y voluntad política real”, expresó una representante de la organización Alma Animal.

El encuentro contó con la participación de colectivos como Huella Fundamental, Fundación Refugio Pana, Rescate Animal, Gran Roque y Yo Amo Animales. Todas coincidieron en la urgencia de endurecer las sanciones y fortalecer los mecanismos de prevención.
Se prevé que en 45 días se realice una nueva reunión, con el objetivo de evaluar avances e incorporar a más actores sociales en el proceso de reforma legal y seguimiento de compromisos.
Mientras tanto, la ciudadanía espera que esta nueva etapa de diálogo no sea un parche para acallar críticas, sino el inicio de una política pública seria y sostenida en defensa del bienestar animal en Guayaquil.