Guayaquil celebra el Día del Perro con simbólica escultura

La estatua de “Simpa” fue instalada junto a Juan Pueblo en el Malecón 2000 como homenaje a los perros mestizos y sus tutores. La iniciativa busca fomentar una tenencia más empática, responsable y consciente.

Guayaquil amaneció este 21 de julio con una emotiva sorpresa: una estatua de un perro mestizo apareció junto al icónico monumento de Juan Pueblo, en pleno Malecón 2000. Se trata de “Simpa”, una escultura que simboliza a todos los perros anónimos que han acompañado la vida de miles de familias en la ciudad.

La instalación fue promovida por Simparica, antiparasitario de la compañía global Zoetis, como parte de su campaña “Juntos por Siempre”, cuyo objetivo es visibilizar el vínculo entre humanos y perros, además de promover una tenencia responsable y empática.

“Esta estatua representa a todos esos perros anónimos que han sido parte de nuestras vidas y a los tutores responsables que asumen su cuidado con amor y compromiso”, expresó Ana Alcoser, Gerente de Unidad de Negocios Mascotas de Zoetis en Ecuador.

Durante el acto, decenas de ciudadanos llegaron al Malecón acompañados de sus mascotas para celebrar el Día Mundial del Perro. En un evento simbólico, se entregaron los primeros diplomas oficiales a “Tutores de Perros” de Guayaquil, en reconocimiento a su compromiso con el bienestar animal.

Entre los homenajeados estuvieron la activista Bianca Salame, fundadora de Proyectos con Propósito de Bienestar Animal; la creadora de contenido Andy Suzuki; y el conocido Luis Bresciani, quienes participaron en la ceremonia acompañados de sus perros.

Además de ser un homenaje, el evento sirvió para concienciar sobre la importancia de la salud preventiva en los animales de compañía. Zoetis destacó el uso de productos como Simparica, un comprimido palatable para el control de pulgas, garrapatas y sarna, como parte del cuidado integral de los perros.

La campaña también impulsa el uso del término “tutor” en lugar de “dueño”, para reforzar la idea de que los animales no son objetos, sino seres sintientes que merecen respeto, cuidado y afecto.

Con la figura de Simpa, Zoetis y los ciudadanos de Guayaquil rindieron tributo a ese compañero fiel que no necesita palabras para demostrar amor. La ciudad, así, se sumó al llamado global por una convivencia más ética, afectuosa y responsable con los animales.

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