Su nombramiento desata críticas en redes por su polémico pasado judicial.
El exasambleísta Galo Lara fue nombrado gobernador de Los Ríos el martes 18 de noviembre, tras la salida de Edwin Ocampo. Su regreso a la administración pública se produce en medio de los recientes cambios de gabinete impulsados por el presidente Daniel Noboa, quienes buscan “fortalecer la gestión pública” después del rechazo ciudadano en la consulta popular y el referéndum del 16 de noviembre de 2025.
Lara confirmó su designación en medios y en su cuenta de X, donde aseguró que trabajará “con firmeza y transparencia”. Sin embargo, su nombramiento generó reacciones inmediatas en redes sociales y la política: el expresidente Rafael Correa lo criticó con ironía, mientras que la excandidata presidencial Luisa González lo calificó como “delincuente”.
El regreso de Lara revive un historial marcado por procesos judiciales y tensiones políticas. En 2014, fue extraditado desde Panamá y condenado a 10 años de prisión como presunto cómplice del triple crimen de Quinsaloma. En 2021, un tribunal de revisión de la Corte Nacional de Justicia anuló la condena y lo declaró inocente. Lara ha sostenido que estas acusaciones fueron resultado de persecución política por parte del correísmo.
Originario de Quevedo, Lara inició su carrera política en 2007 como asambleísta por Los Ríos, bajo el Partido Sociedad Patriótica, y se convirtió en uno de los críticos más firmes del gobierno de Rafael Correa, presentando denuncias por presunta corrupción. Su confrontación con el correísmo incluye demandas por injurias y llamados a cambiar autoridades judiciales vinculadas al movimiento.
A nivel local, su nombramiento genera tanto expectativa como preocupación. Mientras algunos consideran que su experiencia como fiscalizador puede fortalecer la presencia del Ejecutivo en la provincia, otros advierten sobre el impacto reputacional de su historial judicial y el mensaje político que transmite esta decisión.
