En caída libre producción de crudo en Ecuador

La producción y refinación de petróleo cae a niveles críticos. Las plantas procesadoras se quedaron sin materia prima y los oleoductos aún no están operativos, mientras el país enfrenta una crisis energética silenciosa.

La suspensión del transporte de crudo, provocada por el avance de la erosión regresiva del río Coca, ya tiene efectos directos en las operaciones de las tres principales refinerías del país. Según el reporte del 13 de julio de 2025 de la Agencia de Regulación y Control de Hidrocarburos (ARCH), la disponibilidad de crudo en las plantas llegó a cero.

El informe detalla que el 12 de julio apenas se refinaron 31.431 barriles, lo que representa solo el 17,9 % de la capacidad instalada nacional, estimada en 175.000 barriles diarios.

La situación más crítica se vive en la Refinería de Esmeraldas, la más grande del país, que permanece fuera de operación desde el 26 de mayo tras un incendio. Ese mismo día, la capacidad operativa reportada fue cero. En cuanto a la Refinería de La Libertad, aunque puede procesar hasta 45.000 barriles diarios, no contaba con materia prima el 12 de julio. Por su parte, Shushufindi, en la provincia de Sucumbíos, operaba al 61,3 %, procesando 12.271 barriles, pese a tener una capacidad para 20.000.

La actualización del reporte de stocks de la ARCH, publicada la noche del 13 de julio, confirmó que ninguna de las tres refinerías —Esmeraldas, La Libertad y Shushufindi contaba con hidrocarburo disponible. “En blanco”, indicaba el documento oficial.

Además de la parálisis en la refinación, la producción petrolera también se ha reducido drásticamente. El 12 de julio, Petroecuador extrajo solo 39.133 barriles de crudo, muy por debajo del promedio. El último dato disponible sobre producción nacional, del 10 de julio, situaba el volumen diario en 68.528 barriles, frente a los alrededor de 2.500 pozos petroleros registrados, de los cuales apenas 1.504 estaban activos.

Este retroceso se debe a la limitada capacidad de almacenamiento en Lago Agrio y Balao. Con los tanques llenos y los oleoductos inactivos, la única opción operativa ha sido disminuir la producción.

Frente a este panorama, el consultor energético Darío Dávalos señaló que una posible salida temporal sería transportar crudo por vía marítima desde la terminal de Balao hasta La Libertad, para retomar la producción de derivados.

Sin embargo, rumores sobre la paralización total de la producción petrolera circularon el 13 de julio, generando preocupación. Petroecuador salió al paso y desmintió estas versiones: “Hasta el momento no se ha ordenado el apagado total de las bombas de extracción petrolera”, aseguró la empresa estatal.

El Ministerio de Energía y Minas informó el 9 de julio que la reactivación del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) estaba prevista para cuatro días después, pero hasta el cierre de esta edición no se confirmó su funcionamiento. Sobre el Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE), aún se espera información sobre el avance de su variante.

Mientras las refinerías se detienen, la producción se ralentiza y las reservas se agotan, el país enfrenta una alerta energética con posibles efectos sobre la disponibilidad de combustibles y la economía nacional.

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