Ausencias de los jefes de Estado en la posesión de Daniel Noboa

La forma en que otros países responden a una ceremonia de investidura dice mucho sobre cómo ven al nuevo liderazgo y, en este caso, al país en su conjunto.

La posesión presidencial de Daniel Noboa este 24 de mayo estará marcada por una amplia asistencia internacional: 74 delegaciones extranjeras y 19 autoridades de organismos multilaterales arribaron a Quito. Sin embargo, pocos mandatarios y muchas delegaciones, es lo que resulta intrigante. Un gesto que no pasa desapercibido en el tablero diplomático.

El acto contará con la presencia confirmada de los presidentes de los países vecinos, Dina Boluarte (Perú) y Gustavo Petro (Colombia). La asistencia de Petro, que previamente había cuestionado el triunfo electoral de Noboa, representa un viraje político y, en términos prácticos, un reconocimiento tácito de su legitimidad. No obstante, fuera de estos casos puntuales, la mayoría de países optaron por enviar cancilleres, vicepresidentes, ministros o incluso legisladores.

Entre los delegados destacan figuras como Robert Kennedy Jr., secretario de Salud de EE.UU.; Huai Jinpeng, ministro de Educación de China; Kisun Bang, de Corea del Sur; y Francesca Armegol, presidenta del Congreso de los Diputados de España. Sin duda, se trata de representantes de alto nivel, pero no de jefes de Estado.

La ausencia de figuras como Donald Trump, Nayib Bukele o incluso Javier Milei plantea interrogantes sobre la valoración internacional del liderazgo de Noboa y del momento político que atraviesa Ecuador.

En la diplomacia, los gestos pesan tanto como las palabras. Cuando un país decide enviar a su presidente a la toma de posesión de otro, está proyectando una señal de cercanía política, respaldo al nuevo gobierno o interés estratégico en estrechar relaciones. Lo contrario enviar solo a representantes o ministros puede interpretarse como una postura prudente, distante o incluso crítica.

A pesar de las ausencias, la agenda diplomática no está vacía. La Cancillería ha coordinado reuniones bilaterales con delegaciones clave. La canciller Gabriela Sommerfeld se reunirá con sus pares de Bolivia, Colombia y otros países asiáticos. Estos encuentros, aunque discretos, son espacios importantes para avanzar en acuerdos comerciales, cooperación y diálogo político.

Sin embargo, cabe preguntarse si el gobierno de Noboa logrará capitalizar esta presencia internacional para proyectar estabilidad, liderazgo regional y apertura global, o si, por el contrario, su mandato se traducirá en relaciones diplomáticas superficiales.

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