Ecuador en modo sicario: ¿podrá Noboa poner orden?

Con récord de violencia en el país, las decisiones clave que debe tomar Noboa ya.

Ecuador vive el año más sangriento de su historia. Con más de 3.000 muertes violentas solo entre enero y abril de 2025, el país está sumido en una crisis que no da respiro. En medio de esta tormenta, el presidente Daniel Noboa asumió el cargo con una promesa firme: bajar los homicidios a como dé lugar.

Pero ese mismo día, el crimen respondió con fuerza: tres mujeres fueron asesinadas en Bahía de Caráquez, una cabeza humana apareció en un parque de Machala y Guayaquil cerró la jornada con seis muertos. El mensaje fue claro: las mafias no se detienen, ni en cambio de gobierno.

Una violencia sin precedentes

Marzo rompió todos los récords, con 835 asesinatos en solo 31 días. Es decir, una persona fue asesinada cada 56 minutos. El Estado está sobrepasado, y la población, en constante alerta.

Según expertos como Wagner Bravo, exjefe militar, lo que pasa hoy es el resultado de varios factores: el cierre de fronteras en EE.UU., el reacomodo de rutas del narco y una violencia política que buscó frenar la reelección de Noboa. Todo eso hizo que las mafias apuraran sus movimientos y multiplicaran el caos.

¿Qué propone Noboa?

El Gobierno ha lanzado un plan de seguridad que busca atacar varios frentes:

  • Cortar el dinero de las mafias, atacando sus redes financieras.

  • Reforzar los controles en puertos y fronteras, puntos clave del narcotráfico.

  • Decomisar armas, explosivos y municiones ilegales.

  • Perseguir a cabecillas como alias Fito, todavía prófugos.

  • Reformar el sistema judicial y penitenciario, donde muchas bandas operan desde dentro.

  • Limpiar la corrupción en las instituciones del Estado.

  • Fortalecer la inteligencia policial y militar para anticiparse a los ataques.

Pero más allá de la fuerza, también se necesita inversión social. Zonas empobrecidas siguen siendo terreno fértil para que los jóvenes caigan en manos del crimen organizado. Sin educación, empleo ni alternativas, muchos ven en las mafias su única opción.

¿Y qué dicen los expertos?

Daniel Pontón, especialista en seguridad, advierte que hoy las bandas están divididas y pelean por el control de territorios clave, lo que hace todo más peligroso. La respuesta del Estado debe ser clara: reconstruir sus capacidades, reforzar la Fiscalía e ir más allá del enfoque policial.

La violencia ya no es solo un tema de seguridad: es un desafío estructural. Noboa debe liderar una transformación profunda que incluya redistribución de riqueza, desarrollo social y paz duradera, como manda la Constitución.

Para eso, según Bravo, se necesita “armar el árbol del problema para diseñar el árbol de soluciones”. No basta con medidas aisladas: hay que tener una visión completa.

La cuenta regresiva ha empezado

Desde que Noboa asumió el poder, seis de los diez meses más violentos de la historia del Ecuador han ocurrido bajo su mandato. La presión crece, y la gente espera resultados.

El país no solo libra una guerra contra las mafias: lucha por recuperar su futuro y su gobernabilidad. El reloj ya está corriendo. ¿Logrará Noboa devolverle la paz a Ecuador?

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