El colapso del SOTE impactó el acceso al agua potable y dañó ecosistemas en la provincia.
El alcalde de Esmeraldas, Vicko Villacís, estimó que el derrame de petróleo en Quinindé ha afectado a aproximadamente 500.000 habitantes de la provincia, generando una crisis en el acceso al agua potable y daños ambientales en varios afluentes.
El incidente ocurrió la tarde del jueves pasado, cuando una rotura en el Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) provocó un derrame de crudo en el sector El Vergel-Mirador, contaminando fuentes de agua que abastecen a Esmeraldas y otros cantones.
Impacto en la población y respuesta gubernamental
Según Villacís, la emergencia ha afectado directamente a 213.000 personas en Esmeraldas, mientras que los otros dos cantones de la mancomunidad de agua han reportado más afectados, elevando la cifra a medio millón de personas.
El domingo 16 de marzo, el COE declaró la emergencia ambiental en la provincia, debido a la crisis de abastecimiento de agua. Ese mismo día, la viceministra de Agua, María Luisa Cruz, visitó la zona y coordinó acciones para la distribución del líquido vital.
El lunes 17 de marzo, un esfuerzo conjunto entre Petroecuador, OCP, municipios y la Gobernación permitió la movilización de 50 tanqueros para distribuir agua a las comunidades afectadas. Además, la Armada del Ecuador envió tres unidades navales logísticas con 616.000 galones de agua para abastecer a la población.

Recuperación ambiental en marcha
El Ministerio del Medio Ambiente convocó a organizaciones no gubernamentales y voluntarios especializados en manejo de fauna silvestre para colaborar en la limpieza y recuperación del ecosistema en el Refugio de Vida Silvestre Manglares Estuario Río Esmeraldas.
Las autoridades continúan evaluando el impacto del derrame y coordinando esfuerzos para mitigar sus consecuencias tanto en la población como en los ecosistemas afectados.
