En Cuenca, manifestantes dieron ocho días al Gobierno para anular la licencia de Loma Larga.
Miles de cuencanos salieron a las calles este 16 de septiembre para exigir la suspensión del proyecto minero Loma Larga, ubicado cerca del Área de Recreación Quimsacocha. Desde la madrugada, el barrio San Roque fue el punto de partida de una movilización que reunió a comunidades rurales, colectivos ciudadanos, universidades y gremios profesionales.
La caminata avanzó por varias calles del centro histórico hasta llegar a la plaza San Francisco, donde se realizaron ceremonias ancestrales, una misa y actividades culturales. Los manifestantes entregaron un manifiesto que demanda al presidente Daniel Noboa revocar la licencia ambiental otorgada al proyecto minero y declarar todo el páramo de Quimsacocha como zona de protección hídrica, recordando que en la consulta popular de 2021 más del 80 % de votantes rechazó la minería en zonas de recarga de agua.
Lauro Sigcha, de la Federación de Organizaciones Campesinas, dio un ultimátum: el Gobierno tiene ocho días para atender las peticiones o enfrentar nuevas acciones de protesta. La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) y otras organizaciones nacionales también se sumaron a la convocatoria, que según estimaciones de los organizadores reunió a unas 100.000 personas.
La jornada transcurrió de forma pacífica, bajo resguardo policial, mientras muchos comercios del centro cerraron sus puertas. Horas antes, el presidente Noboa declaró estado de excepción en siete provincias, incluido Azuay, medida que no frenó la participación ciudadana en la llamada “Gran Marcha por el Agua”.
