Un hallazgo inesperado interrumpió el tráfico ferroviario en una de las estaciones más transitadas de Europa.
Durante obras nocturnas en las inmediaciones de la Gare du Nord, trabajadores descubrieron una bomba de la Segunda Guerra Mundial sin detonar, lo que obligó a suspender los servicios de Eurostar y los trenes de cercanías.
El artefacto, de 500 kilos y localizado a dos metros de profundidad, activó de inmediato los protocolos de seguridad. La compañía ferroviaria SNCF informó que el tráfico se detuvo a pedido de la Policía, mientras que Eurostar alertó sobre interrupciones en su servicio, recomendando a los pasajeros reprogramar sus viajes.
Se cancelaron varios trenes entre París y Londres, afectando también conexiones con Bruselas y otras ciudades europeas.
El ministro de Transporte, Philippe Tabarot, confirmó que la operación de desactivación se extendería durante todo el día y garantizó que no había riesgo para la población. Aunque en Francia se encuentran con frecuencia bombas de conflictos pasados, es inusual que aparezcan en zonas urbanas tan concurridas.
El cierre de la Gare du Nord generó caos entre los viajeros. «Llevo esperando desde las 6 de la mañana y no hay alternativas viables», comentó Corinne Schiavenato, una pasajera afectada. Mientras tanto, turistas en Londres y Bruselas vieron frustrados sus planes y debieron buscar soluciones de último minuto.
A medida que los expertos trabajan en la remoción del explosivo, se mantiene un perímetro de seguridad de 500 metros. Las autoridades instaron a los viajeros a mantenerse informados y a evitar la estación hasta nuevo aviso.
