Cómo la presión militar de EE.UU. en el Caribe inunda de violencia el Pacífico.
La reciente escalada militar estadounidense en el Caribe, con destructores y aviones de combate patrullando cerca de Venezuela, se vende como un golpe definitivo al narcotráfico. Sin embargo, expertos y datos revelan una consecuencia paradójica: esta presión no está eliminando el flujo de cocaína, sino desviándolo masivamente hacia la ruta del Pacífico, con Ecuador como principal víctima colateral.
La ilusión de la victoria
La imagen de buques de guerra interceptando lanchas rápidas es poderosa, pero engañosa. La estrategia se basa en un modelo fallido: el «efecto globo». Al presionar un punto de la cadena (el Caribe), el crimen organizado simplemente se expande hacia áreas con menor resistencia. Los datos son contundentes: mientras EE.UU. concentra su poderío en el este, más del 87% de la cocaína ya utiliza la salida occidental, a través del Pacífico.
Ecuador: el nuevo frente de una guerra ajena
Este desplazamiento tiene un epicentro claro: Ecuador. Sus puertos, especialmente Guayaquil, se han convertido en el canal de salida preferido. ¿La razón? Una combinación letal:
- Infraestructura comercial vital que hace imposible revisar todos los contenedores.
- Proximidad geográfica a las zonas cocaleras de Colombia.
- Instituciones debilitadas que luchan contra corrupción y violencia.
La consecuencia directa es el aumento explosivo de la violencia y el poder de los carteles en territorio ecuatoriano. Lo que para Washington es un «éxito táctico» en el Caribe, para Quito se traduce en masacres, crisis carcelarias y un Estado bajo asedio.
Lecciones no aprendidas
La historia se repite. El cierre de la base de Manta en 2009 (bajo presión soberanista) dejó un vacío que fue llenado rápidamente por el crimen. Ahora, la presión en el Caribe acelera este proceso. La comunidad internacional mira hacia otro lado mientras Europa sigue recibiendo cocaína por toneladas a través de los puertos del Pacífico, un flujo que ahora es más intenso que nunca.
Conclusión: ¿Ganar batallas para perder la guerra?
La operación militar estadounidense puede generar titulares, pero no soluciones. Al ignorar la naturaleza adaptable del narcotráfico, esta estrategia exporta inestabilidad a los países del Pacífico.
La verdadera victoria no se logrará con show de fuerza en una sola ruta, sino con un enfoque integral, cooperativo y que ataque las causas raíles: el consumo en los países ricos y la pobreza en los productores. Mientras tanto, el «efecto globo» seguirá inflándose, con consecuencias devastadoras para toda la región.
Este artículo de opinión se basa en análisis de organismos internacionales y reportes de inteligencia que documentan el desplazamiento de las rutas del narcotráfico ante presiones militares focalizadas.