Esmeraldas: 17 muertos en otra masacre carcelaria en días

Autoridades, Criminalística y Medicina Legal revisaban la lista de muertos y heridos en la cárcel.

El jueves 25 de septiembre, cuatro días después de la masacre en la cárcel de Machala, se registró un nuevo incidente en el Centro de Privación de Libertad N.º 2 de Esmeraldas. Durante la madrugada se escucharon disparos y se produjo un intento de fuga que derivó en un enfrentamiento interno entre reclusos.

Cámaras del ECU911 captaron a unos 50 presos descendiendo por el segundo piso de uno de los pabellones con sábanas amarradas como cuerdas, aparentemente para evadir la seguridad de las celdas y el vallado metálico de las garitas de vigilancia.

Inicialmente, la policía reportó trece fallecidos, mientras que algunos cuerpos fueron hallados en el pabellón C. Antes del mediodía, el Servicio Nacional de Atención a Personas Privadas de Libertad (SNAI) confirmó de manera preliminar que 17 reos habían muerto.

Según el SNAI, la violencia se desató durante un enfrentamiento entre internos. Versiones preliminares indican que desde el pabellón C se simuló la muerte de un preso, lo que permitió a los agresores sustraer llaves de las celdas exteriores y abrir otras puertas para atacar a reclusos de bandas rivales, en particular del GDO Los Lobos y Los Choneros, bajo presunta instrucción de la organización criminal Los Tiguerones.

Medicina Legal y Criminalística trabajan en la verificación de fallecidos y heridos, mientras que reportes y videos indican que algunas víctimas fueron degolladas y mutiladas.

Familiares de los internos acudieron a la cárcel en busca de información, pero no pudieron acercarse debido al perímetro de seguridad. Los disparos y explosiones de gas lacrimógeno despertaron a los vecinos de barrios cercanos, quienes en algunos casos pensaron que se trataba de juegos pirotécnicos.

Este reclusorio ya había registrado incidentes graves: en enero de 2024 un amotinamiento dejó dos muertos y 48 fugados. En agosto pasado, la Defensoría del Pueblo reportó que la cárcel albergaba a 1.552 reos, pese a tener capacidad para 1.100, incluyendo internos con tuberculosis y 57 adultos mayores, uno de ellos en estado crítico que requería traslado.

Este nuevo episodio evidencia la grave crisis estructural del sistema penitenciario ecuatoriano, marcado por hacinamiento, violencia interna y penetración del crimen organizado.

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