“La Educación en el emprendimiento: ¿un saludo a la Bandera?”

Claves para Entender la realidad del emprendimiento en Ecuador.

Buscar un título de impacto a este artículo me representó cierta dificultad, porque la intención es retratar la relevancia o el impacto de un actor (como en una película u obra teatral) versus la de un extra o actor de reparto. En esta búsqueda recordé una frase coloquial de un gran maestro y amigo que tuve décadas atrás: José Martínez Queirolo (+QEPD), laureado dramaturgo de nuestro país, quien para recalcar el compromiso y la disciplina que el grupo debía desplegar para sacar adelante una obra decía: “que esto no sea UN SALUDO A LA BANDERA”

La frase se refiere precisamente a una acción ejecutada sin compromiso real, solo para guardar las apariencias y la formalidad, emulando el saludo del soldado frente al lábaro patrio. Por eso utilizo esta frase para introducirnos al tema de la educación dentro del ecosistema de emprendimiento en nuestro país, que, si bien es un tema muy extenso, lo iremos abordando desde su estructura general para posteriormente analizar cada componente y su interacción con la educación.

Ecosistema de Emprendimiento en Ecuador: Una Mirada General

Un ecosistema de emprendimiento es un entorno dinámico conformado por instituciones, actores, recursos y normativas que interactúan para facilitar la creación, crecimiento y consolidación de emprendimientos (Isenberg, 2010).

Por tanto, un ecosistema de emprendimiento debe contar con los siguientes elementos:

  1. Capital Humano
  2. Educación Emprendedora
  3. Acceso a Financiamiento
  4. Mercado y clientes
  5. Apoyo institucional y redes
  6. Cultura emprendedora y medios                                       

En nuestro país, estos elementos están representados por una red de actores que trabajan de forma interdependiente, realizando una labor clave para el desarrollo del emprendimiento, y son:

  • Instituciones educativas (en todos los niveles)
  • Centros de innovación, desarrollo tecnológico y aceleradoras
  • Organizaciones gubernamentales (Estado)
  • Gremios empresariales
  • Instituciones financieras, cooperativas y fondos de capital de riesgo

Instituciones Educativas y Emprendimiento: ¡Actor estelar!

Tal como lo describimos anteriormente, en los elementos principales del ecosistema los que encabezan la lista son “Capital Humano y Educación Emprendedora”, y en esto todos estaremos de acuerdo, pues el sistema no podrá funcionar efectivamente si no cuenta con la suficiente cantidad de personas en actividades de emprendimiento y, sobre todo, que operen sin las competencias adecuadas para navegar en sus turbulentas aguas.

Nótese que no utilizo la frase “educación adecuada” sino más bien me refiero a COMPETENCIAS, las cuales abarcan no solo los conocimientos técnicos de una persona o profesional, sino las habilidades, comportamientos y actitudes necesarias para desempeñar determinada labor.

Por tanto, si nos referimos primeramente al elemento Capital Humano, debemos abordarlo de manera integral, no estudiarlo como un número o dato estadístico sino revisar (y actuar) en función de todo lo que influye directa o indirectamente en su desarrollo: entorno social, familia, costumbres, cultura y otros factores que contribuyen junto con las instituciones educativas a construir sus “Competencias Emprendedoras”.

El sistema educativo nacional, durante décadas, fue diseñado para la inserción laboral en modalidad dependiente, es decir, con enfoque a conseguir un buen empleo después de completar tu ciclo educativo. Sin embargo, desde hace unos años, se ha trabajado en enfoques por competencias, pensamiento crítico y capacidades emprendedoras. Estos cambios se han venido dando en todos los niveles educativos:

  1. Emprendimiento en Educación Básica y Bachillerato. El currículo del Ministerio de Educación incorpora esta temática, con la asignatura de Emprendimiento y Gestión, que es parte del Bachillerato General Unificado (BGU). Sin embargo, si bien podemos reajustar el contenido académico es importante revisar los vacíos metodológicos y la capacitación docente para impulsar efectivamente la formación en competencias como la creatividad, la resiliencia, el liderazgo y el pensamiento crítico.
  1. Emprendimiento en Educación Técnica y Los Institutos Técnicos y Tecnológicos, tanto los del sistema público como particular han comenzado a incorporar módulos de emprendimiento aplicados a las diferentes carreras. Aquí cabe revisar por una parte el contenido académico, cuyo enfoque debe ser mucho más práctico y aterrizado a la realidad nacional, por otra parte, la experiencia y metodología del docente, pero, sobre todo el vínculo con el sector productivo y empresarial que la institución pueda generarle a sus alumnos.
  1. Emprendimiento y Universidades. Las universidades, institutos tecnológicos superiores y centros de formación profesional cumplen un papel estratégico dentro del ecosistema. Varias instituciones incluyen la creación de un proyecto de negocio como requisito para la titulación y en otros casos, de universidades de mayor trayectoria, poseen laboratorios de incubación de empresas, investigación e innovación. Aquí lo que cabe es revisar su alcance y nivel de conexión empresarial para que los proyectos pasen “del papel a la acción”.

Esto mencionando de manera general como se desempeña, en sus diferentes niveles uno de los actores principales del ecosistema de emprendimiento. Considero que, tanto el Capital Humano como la Educación Emprendedora son los protagonistas de esta gran obra teatral en donde hace falta que destaquen y aporten decisivamente otros actores, porque en el guion, a primera lectura todo se muestra muy bien, sin embargo, las cifras nacionales y la percepción de la sociedad respecto al emprendimiento no son tan alentadoras.

Y nuevamente, con mis acostumbrados cuestionamientos:

¿Qué interacción hará falta entre el sistema educativo (de todos los niveles) con los otros actores del ecosistema, para que se aproveche el talento humano emprendedor?

¿Cuenta el sistema educativo con todas las herramientas (humanas y tecnológicas) para formar realmente buen capital humano emprendedor?

¿El alcance de la labor del sistema educativo resulta insuficiente ante la gran cantidad de población que necesita formarse en competencias emprendedoras?

Responder estos cuestionamientos nos lleva a terrenos más profundos y tal vez polémicos. Sin embargo, es crucial que todos nosotros como actores directos o indirectos de este ecosistema aportemos con ideas para “mejorar el guion” en favor de nuestra sociedad en su conjunto.

Este artículo representa una opinión personal y no refleja la postura oficial de este medio. Se trata de un análisis basado en fuentes y percepciones del autor sobre el contexto actual social.

 

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