¿Quién gana el control delictivo?
La recaptura de José Adolfo Macías Villamar, alias Fito, ha generado movimientos dentro del crimen organizado en Ecuador. Este líder de Los Choneros, considerado uno de los capos más poderosos del país, fue detenido en una vivienda en Montecristi (Manabí). Ahora que está tras las rejas, el mapa criminal podría cambiar drásticamente.
El reacomodo de las mafias: ¿quién toma el control?
Con Fito fuera de juego, tres escenarios se abren para Los Choneros:
Disputa interna por el poder:
Podrían estallar conflictos dentro de la organización. Desde la muerte de alias Rasquiña en 2020, Los Choneros no han logrado consolidar un liderazgo sólido. Ahora, sin Fito en libertad, podrían surgir enfrentamientos entre facciones internas.Liderazgo desde prisión:
Aunque Fito está detenido, es posible que intente seguir manejando la banda desde la cárcel, usando intermediarios. Ya lo ha hecho antes. Esto permitiría mantener cierto control, al menos por un tiempo.El fin de Los Choneros:
El escenario más extremo —pero menos probable a corto plazo— es que el grupo colapse. Esto solo ocurriría si pierde completamente el control de rutas clave como la del Pacífico, o si Los Lobos logran apoderarse de zonas estratégicas como Manabí, Guayas, Esmeraldas o Los Ríos.
¿Quién gana terreno?
En este momento, Los Lobos son los principales beneficiados. Según fuentes policiales, esta organización rival ya había desplazado a Los Choneros de algunos puertos claves como los de Guayas y El Oro, que son rutas más directas para enviar droga a Europa.
Incluso, en el último año, Los Lobos se han expandido agresivamente, entrando a territorios antes dominados por sus rivales. A pesar de sus propias divisiones internas (como Lobos São-Box y Espejo), su estructura en células y liderazgos múltiples les ha permitido adaptarse mejor.
Alianzas internacionales y guerra narco
La presencia de carteles mexicanos ha cambiado las reglas del juego.
El Cartel de Sinaloa respalda a Los Choneros.
El Cartel Jalisco Nueva Generación apoya a Los Lobos.
Junto a ellos están Los Pepes, una organización aliada de Los Lobos, que también tiene como objetivo acabar con Los Choneros.
Esta guerra de alianzas hace que provincias costeras como Manabí sean más disputadas, por su acceso directo al mar, fundamental para el narcotráfico.
¿Y ahora qué?
La caída de Fito no significa el fin del crimen organizado en Ecuador.
Al contrario, podría provocar una nueva ola de violencia, ya sea por peleas internas en Los Choneros, o por enfrentamientos con Los Lobos por el control de rutas y territorios.
Por ahora, el Gobierno sostiene que tiene identificados a los posibles sucesores de Fito y que el combate a estas estructuras no se ha detenido.
📌 Resumen clave:
Fito cayó, pero el crimen organizado sigue activo.
Los Lobos ganan terreno con apoyo del CJNG.
El futuro de Los Choneros depende de su capacidad de reorganización… o de desaparecer.