Transformación Digital: conceptos claros y confusiones comunes.
Continuamente veo reportajes, en medios y en redes, sobre determinada empresa que celebra un hito tecnológico o incluso la entrega de premios por Transformación Digital comúnmente asociada a la implementación de un ERP, alguna plataforma digital de renombre o a la implementación de alguna tecnología de vanguardia dentro de la empresa y en la descripción se indica que han adoptado una transformación digital en la compañía. ¿Pero, realmente es así?
Vayamos por partes. Primero su definición. Según IBM, la Transformación Digital se define como una iniciativa estratégica que incorpora tecnologías digitales en todas las áreas de una organización, con el propósito de modernizar procesos, productos, operaciones y plataformas tecnológicas, de manera que se posibilite una innovación continua y orientada al cliente, en términos más amplios, implica el cambio asociado con la aplicación de tecnologías digitales en todos los aspectos de la organización y la sociedad, trascendiendo la mera digitalización de tareas puntuales para generar nuevos modelos de negocio y experiencias de valor. En base a esta definición, debemos entender que la transformación digital, contiene características clave como: una Visión Holística de la empresa donde la redefinición de procesos, la cultura organizacional y la experiencia del cliente son pilares fundamentales, debe estar Orientada al cliente donde se prioriza la generación de valor, aprovechando datos y analítica avanzada para anticipar necesidades, optimizar interacciones y establecer relaciones de largo plazo.
También debe tener una Adaptabilidad Continua ya que, al ser un proceso iterativo, es necesario tener un mindset ágil para revisar y ajustar las estrategias de forma permanente, adaptándose a nuevos escenarios y tecnologías emergentes sobre todo en ambientes VUCA, y por último pero no menos importante, debe estar Integrado con la Estrategia de Negocio de la empresa ya que la tecnología debe estar alineada con los objetivos corporativos (no al revés), actuando como un medio para alcanzar metas de crecimiento, eficiencia operativa y nuevos flujos de ingresos.
Para llevar a cabo una Transformación Digital integral, es imprescindible articular de manera coordinada elementos clave como el Liderazgo y el Gobierno Corporativo, ya que es vital el compromiso de la alta dirección para asignar recursos, definir prioridades estratégicas y establecer marcos de gobernanza que equilibren agilidad y cumplimiento normativo; la Cultura Organizacional es muy importante para una formación continua de competencias digitales y habilidades blandas, así como el fomento de la experimentación y la tolerancia al error inteligente, donde las fallas y los errores no sean castigados sino que se conviertan en fuente de conocimiento y experiencia (esto permite llegar a un punto donde no llegas a tener miedo de fallar); los Procesos y metodologías ágiles (Scrum, Kanban) que favorezcan la entrega de valor continua y la colaboración multidisciplinar.
Otros elementos clave son las Tecnologías y plataformas de analítica avanzada, machine learning e inteligencia artificial para respaldar la toma de decisiones predictiva y prescriptiva basada en datos. Finalmente, la Experiencia al cliente en el diseño de productos y servicios digitales con enfoque en la usabilidad, accesibilidad multiplataforma y personalización en tiempo real, utilizando técnicas de segmentación y recomendación basadas en analítica de datos.
Bien, ahora nos toca indicar lo que no es Transformación Digital. No se trata de digitalizar procesos existentes ni trasladar operaciones manuales a formatos digitales o migrar sistemas a la nube sin revisar la propuesta de valor y la cultura de innovación.
No es un proyecto con fecha de finalización, no se lo puede manejar como un proyecto puntual. En su lugar, debe asumirse como un viaje continuo en el que se revisan periódicamente objetivos y resultados.
No es un tema exclusivo del área de TI, aunque la tecnología es un habilitador esencial, la Transformación Digital abarca toda la organización: áreas de marketing, operaciones, finanzas, atención al cliente y recursos humanos deben participar activamente en el diseño y ejecución de la estrategia. No es opcional ni tampoco lujo ya que en entornos hipercompetitivos y sujetos a disrupciones constantes, rechazar la Transformación Digital equivale a comprometer la viabilidad futura de la empresa. No implica necesariamente una disrupción total e inmediata, si bien la adopción de nuevas tecnologías puede generar cambios profundos, la Transformación Digital debe implementarse de manera pragmática y gradual, combinando quick wins con proyectos de mayor envergadura para minimizar riesgos operativos, culturales y la famosa resistencia al cambio.
Como conclusión y, en base a mi experiencia personal, puedo indicar que las implementaciones exitosas de Transformación Digital han ejecutado algunas acciones donde el factor común de ellas cuenta con los siguientes elementos: Diagnóstico de madurez digital, Identificación, formación y desarrollo de talento humano, Estructura de gobernanza ágil, Cultura de innovación, Enfoque data-driven y Medición con ajuste continuo. La Transformación Digital, lejos de ser un simple proyecto tecnológico o un término de moda, representa un cambio profundo en la forma de operar de las organizaciones, donde convergen estrategia, cultura, procesos, tecnología y experiencia del cliente.
Al comprender con rigor que es una iniciativa estratégica, holística y orientada a la innovación continua y que no es un ejercicio limitado a TI, un proyecto finito o una digitalización superficial, las empresas estarán mejor preparadas para diseñar e implementar planes de adopción efectivos. Solo aquellas que integren permanentemente la dimensión digital en su ADN organizacional y mantengan un compromiso real con el cambio podrán mantenerse con ventajas competitivas en un entorno global cada vez más dinámico. En virtud de ello, personalmente pienso que los premios de Transformación Digital los entregan diariamente los clientes, con su fidelidad comprando sus productos y servicios.
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Este artículo representa una opinión personal y no refleja la postura oficial de este medio. Se trata de un análisis basado en fuentes y percepciones del autor sobre el contexto actual tecnológico.