En las últimas semanas, Ecuador atraviesa un complejo escenario sanitario por el incremento de enfermedades infecciosas en varias provincias.
A nivel nacional, se han confirmado 321 casos de tosferina, con 11 fallecidos, seis de ellos niños menores de cinco años, mientras que en Zamora Chinchipe y Morona Santiago se reportan cuatro casos de fiebre amarilla y tres muertes.
Además, en Taisha, ocho niños han fallecido por leptospirosis, al momento se desconoce la forma de contagio que afectó la vida de los menores.

Ante este panorama, el Ministerio de Salud ha desplegado brigadas de vacunación en escuelas, especialmente en Guayaquil, y mantiene la alerta sanitaria activa. Según el ministro Edgar Lama, no se trata aún de una epidemia, pero sí de brotes que requieren respuesta inmediata.
Se prioriza la vacunación en mujeres embarazadas y niños, además del control vectorial para frenar la fiebre amarilla.
Las autoridades aseguran que hay stock de vacunas y llaman a la vacunación obligatoria como medida de protección colectiva. También se trabaja en la digitalización de registros para evitar pérdidas de información sobre inmunizaciones. Aunque no se han impuesto nuevas restricciones, el gobierno no descarta tomar medidas si los brotes se agravan.