El SOTE ha sufrido 77 rupturas en 52 años, de las cuales 13 causaron grandes derrames de petróleo.
En sus 52 años de operación, el Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) ha sufrido 77 roturas, de las cuales solo en dos no se produjeron derrames de petróleo. Además, en ocho casos no hay registros sobre el volumen de crudo derramado, incluida la última rotura en Esmeraldas.
Derrames y capacidad del SOTE
A lo largo de su historia, estas roturas han provocado el derrame de 742.041 barriles de petróleo, equivalentes al volumen que actualmente transporta el SOTE en 2,7 años.
El oleoducto tiene una capacidad de bombeo de 360.000 barriles diarios, aunque su uso está por debajo del máximo. En enero de 2025, movilizó 273.600 barriles diarios, transportando el 59% del crudo que sale de la Amazonía hacia el Terminal de Balao, Esmeraldas. El resto del petróleo es conducido por el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP), el segundo ducto estatal de Ecuador.
Principales causas de roturas
Las averías en el SOTE han sido principalmente provocadas por:
- Deslizamientos de tierra: 29 incidentes.
- Crecidas de ríos: 17 incidentes.
- Otros factores incluyen terremotos, sismos, perforaciones ilegales y accidentes de tránsito.
Riesgos y vulnerabilidad del SOTE
El SOTE recorre 497 kilómetros y atraviesa cinco ciudades. Más de la mitad de sus colapsos ocurrieron en las provincias amazónicas de Napo y Sucumbíos, donde el ducto no estaba soterrado en sus primeras décadas de funcionamiento.
A medida que el cambio climático y la erosión regresiva del río Coca continúan afectando la infraestructura petrolera, el país sigue enfrentando desafíos para garantizar la estabilidad del transporte de crudo. (I)
