BlackWater ¿Mercenarios a temer?

¿Quiénes son los hombres que busca Ecuador aliarse para enfrentar el crimen organizado?

El presidente Daniel Noboa está en el centro de una controversia tras su reciente reunión con Erik Prince, fundador de Blackwater, la empresa de seguridad privada más grande y polémica del mundo. La decisión de contratar una compañía militar privada en lugar de buscar apoyo de fuerzas estatales extranjeras ha generado dudas y reacciones encontradas.

¿Por qué Ecuador recurre a una fuerza privada?

Ante el incremento de la violencia y la falta de respaldo de aliados internacionales, el gobierno ecuatoriano ha optado por una estrategia distinta: contratar combatientes privados para reforzar la seguridad. Según informes internacionales, esta medida responde a la urgente necesidad de enfrentar el crimen organizado y proteger el territorio nacional.

Blackwater: el ejército privado con un pasado controvertido

Blackwater, fundada en 1997 por Erik Prince, se consolidó como una de las compañías de seguridad privada más influyentes del mundo. Su historial incluye participación en conflictos como Irak y Afganistán, pero también múltiples acusaciones por abusos, incluyendo asesinatos indiscriminados y tráfico de armas.

Uno de los eventos más criticados ocurrió en 2007, cuando agentes de Blackwater dispararon contra civiles en la Plaza Nisour de Bagdad, dejando 17 muertos. Varios responsables fueron sentenciados a prisión, aunque posteriormente indultados por Donald Trump.

A raíz de estos escándalos, la empresa cambió su nombre a Academi, pero su líder, Erik Prince, continuó ofreciendo servicios paramilitares en distintas partes del mundo. Ahora, su incursión en Ecuador está más cerca que nunca.

La reunión clave entre Noboa y Erik Prince

En marzo de 2025, Daniel Noboa sostuvo un encuentro con Erik Prince para discutir los términos de la colaboración con Blackwater. En la reunión participaron figuras clave del gabinete, como el ministro del Interior, John Reimberg; el ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo; y el director del Centro de Inteligencia Estratégica, Michele Sensi-Contugi.

Según el gobierno, este acuerdo busca fortalecer la lucha contra el narcoterrorismo y proteger las aguas ecuatorianas de la pesca ilegal. Sin embargo, la falta de transparencia sobre los detalles de la cooperación ha generado incertidumbre y especulación.

¿Un refuerzo estratégico o una amenaza a la soberanía?

El anuncio ha polarizado la opinión pública. Mientras algunos ven en Blackwater un refuerzo clave para combatir el crimen organizado, otros alertan sobre los riesgos de incorporar mercenarios con antecedentes de violaciones a los derechos humanos.

La gran incógnita es el alcance real de esta alianza y sus implicaciones para la seguridad nacional. ¿Se trata de una estrategia efectiva o de un experimento riesgoso con un ejército privado? El tiempo dirá si esta decisión marcará un antes y un después en la política de seguridad de Ecuador.

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