La revelación, publicada este 18 de febrero a través de agencias internacionales, ha generado conmoción en la comunidad médica.
El Hospital Universitario de Uppsala, en Suecia, ha reconocido haber realizado histerectomías innecesarias a 44 mujeres entre 2022 y 2024 debido a diagnósticos erróneos de cáncer de útero.
Según la investigación interna del hospital, los procedimientos se llevaron a cabo sin justificación médica adecuada. Las pacientes habían sido diagnosticadas con cambios celulares que sugerían las primeras fases del cáncer de útero, pero posteriormente se descubrió que estos diagnósticos eran incorrectos.

El departamento de ginecología del hospital argumentó que la falta de personal especializado durante un tiempo prolongado generó una sobrecarga laboral que afectó la calidad del proceso de diagnóstico y tratamiento. «Queremos disculparnos con todas las mujeres que se han visto afectadas por esto. No debería haber ocurrido», declaró en un comunicado el médico jefe del hospital, Johan Lugnegård.

Las autoridades suecas han ordenado una investigación independiente externa, cuyos resultados se esperan para marzo del presente año.
Este escándalo plantea serios cuestionamientos sobre la seguridad en los procedimientos médicos en países con altos estándares de salud pública y la necesidad de fortalecer los protocolos de diagnóstico para evitar casos similares en el futuro.