Gobernación del Guayas suma cuatro relevos bajo la administración de Daniel Noboa en menos de quince meses

Las modificaciones en el liderazgo de la Gobernación han ocurrido en medio de periodos críticos marcados por conflictos de seguridad y desafíos para mantener el control político en Guayas.

En menos de quince meses de gestión del presidente Daniel Noboa, la Gobernación del Guayas ha experimentado una inusual rotación de autoridades, con cuatro cambios en el cargo desde noviembre de 2023. Estas designaciones y remociones se han dado en un contexto marcado por la crisis de seguridad y tensiones políticas en la provincia.

El primer nombramiento fue el del coronel en servicio pasivo Alberto Molina Flores, quien asumiera en noviembre de 2023. Molina, con una extensa trayectoria militar y experiencia en la Comisión Nacional Anticorrupción capítulo Guayas, dejó su cargo en abril de 2024, luego de cinco meses en funciones, alegando motivos personales. Su renuncia coincidió con un repunte en los actos violentos y pocos días después de la realización de la consulta popular de ese año.

Tras su salida, el abogado Vicente Auad Chevasco fue designado como sucesor. Auad contaba con experiencia en derecho de seguros y había sido viceministro de Seguridad del Ministerio del Interior. Su gestión también fue breve y, en enero de 2025, fue reemplazado por Eliana Molineros Ruiz, una veterinaria que había trabajado en la protección de derechos de animales en el Municipio de Guayaquil.

Molineros permaneció solo poco más de un mes en el cargo. Su salida se produjo el 13 de febrero de 2025, pocos días después de las elecciones generales del 9 de febrero. En su lugar, asumía Zaida Rovira, quien previamente se desempeñaba como ministra de Inclusión Económica y Social.

El Gobierno no ha explicado con claridad los motivos de estas constantes sustituciones. Sin embargo, las transiciones han coincidido con momentos delicados en materia de orden público y gobernabilidad. La Gobernación, como instancia que representa al Ejecutivo en la provincia, tiene la tarea de coordinar políticas de seguridad, supervisar entidades públicas y colaborar en la organización de procesos electorales.

El cambio de Molina ocurrió poco después del incremento de hechos violentos tras la consulta popular de 2024, mientras que la remoción de Molineros siguió a los comicios de febrero de 2025. Esta situación ha generado incertidumbre sobre la estabilidad en el manejo de la provincia más poblada del país, que enfrenta graves problemas de inseguridad y delincuencia.

Pese a los relevos, el presidente Noboa ha mantenido a algunas de estas figuras en otras funciones dentro de su administración. Auad, por ejemplo, pasó a ocupar el cargo de viceministro de Gobierno tras dejar la Gobernación.

El futuro inmediato de la Gobernación del Guayas queda en manos de Rovira, quien asume el desafío de restablecer la estabilidad en la gestión provincial y enfrentar la creciente inseguridad que afecta a esta región clave del país. (I)

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